Giulio Cesare
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Ópera en tres actos
Libreto de Nicola Francesco Haym basado en la obra de G.F. Bussani.
En plena Guerra Civil Romana (49-45 aC), Giulio Cesare descubre que su rival Pompeo ha sido cruelmente ejecutado por el rey egipcio Tolomeo. Mientras que la viuda de Pompeo, Cornelia, llora su marido, y su hijo Sesto promete venganza por el hombre que mató a su padre, su hermana, y esposa de Tolomeo, Cleopatra, decide seducir a Cesare para obtener su apoyo e inclinar la balanza de poder en su favor.
Una historia de amor en tres actos entre dos ilustres figuras de la antigüedad (César y Cleopatra), luchas de poder en Egipto: ingredientes que por sí solos explican el éxito inmediato que conoció Giulio Cesare en su estreno en 1724 en el Haymarket Theatre de Londres (teatro privado, mantenido por la aristocracia ilustrada)
Con libreto de Nicola Franceso Flaym sobre uno anterior de Bussani por Antonio Sartorio, en poco tiempo se convirtió en la ópera más popular de Händel gracias también a su orquestación suntuosa, su prodigiosa inventiva musical, su fuerza dramática y por la belleza de su declamación y armonía. Cada personaje está pintado con una gran atención psicológica; en particular, Cleopatra, uno de los más bellos retratos de mujeres de la historia de la música.
Las arias de Giulio Cesare son increíblemente diversas: algunas presentan fuegos artificiales vocales virtuosos, mientras que otras son los ejemplos más extraordinarios de sutileza que Händel jamás escribió. La ópera está en las manos expertas de William Christie, padre del movimiento historicista y especializa en el repertorio barroco francés, inglés y alemán. Con una discografía impresionante y muy alabada, Christie se pondrá al frente de la orquesta del Gran Teatre del Liceu para iluminar este extraordinario título.
Por otro lado, el director de escena Calixto Bieito, reconocido por buscar la profundidad de los personajes y la aportación de una propuesta visualmente sorpresiva, promete despertarnos de la silla con su interpretación de Giulio Cesare, transformando la parábola de la ópera barroca en universalista y moderna. Para hacerlo posible, tiene un conjunto de cantantes de primera clase a su disposición, entre los que destaca el contratenor catalán Xavier Sabata, que se ha labrado un gran nombre como especialista del género y que encarnará el rol protagonista para mostrar la versatilidad de una voz única en su esperadísimo debut handeliano en el Liceu.
Las verdaderas batallas en Giulio Cesare no se llevan a cabo en el campo, sino entre los propios personajes. Habla del dominio de un mismo, de la lucha contra los sentimientos propios y conflictos interiores, así como también se plantea la pregunta de cómo surgen los héroes y qué queda de ellos con el paso del tiempo.
- Estreno absoluto: 20/02/1724 en el King’s Theatre de Londres.
- Estreno en Barcelona: 22/12/1964 en el Gran Teatre del Liceu.
- Última representación en el Liceu: 29/07/2004.
- Total de representaciones en el Liceu: 19.
Programa y reparto
Duración aproximada - 3h 30min
GIULIO CESARE: Xavier Sabata
CURIO: Jan Antem
CORNELIA: Teresa Iervolino
SESTO: Helen Charlston
CLEOPATRA: Julie Fuchs
TOLOMEO: Cameron Shahbazi
ACHILLA: José Antonio López
NIRENO: Alberto Miguélez Rouco
DIRECCIÓN DE ESCENA: Calixto Bieito
ESCENOGRAFÍA: Rebecca Ringst
VESTUARIO: Ingo Kruegler
ILUMINACIÓN: Michael Bauer
VÍDEO: Sarah Derendinger
DRAMATURGIA: Bettina Auer
PRODUCCIÓN - Gran Teatre del Liceu y Dutch National Opera
ORQUESTA SINFÓNICA DEL GRAN TEATRE DEL LICEU
DIRECTOR: William Christie
Gran Teatre del Liceu
El Gran Teatre del Liceu, creado en 1847 en la Rambla de Barcelona, es un teatro de ópera que a lo largo de los años ha mantenido su función de centro cultural y artístico. Es uno de los símbolos de la ciudad.
Actualmente es un teatro de titularidad pública (Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona, Diputación de Barcelona y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) administrado por la Fundación del Gran Teatre del Liceu, que incorpora, además de las citadas instituciones, el Consejo de Mecenazgo y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu.
Los orígenes. Del 1837 al 1847
El Liceu tiene su origen en la Sociedad Dramática de Aficionados, creada en 1837 en el antiguo Convento de Montsió por unos miembros de la Milicia Nacional, organización de ciudadanos armados de la época de signo liberal, bajo la iniciativa de Manuel Gibert.
La necesidad de crear un conservatorio de música en una Barcelona en plena expansión económica y demográfica pronto propició (1838) su conversión en el Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés de S. M. la Reina Isabel II, que añadía al cultivo del teatro el del canto y la música a la italiana.
El edificio de la Rambla
El éxito del Liceo Filarmónico, junto con la voluntad de un grupo de destacados miembros de la burguesía barcelonesa dirigido por Joaquim de Gispert i d’Anglí, llevaron a la construcción de un nuevo y ambicioso teatro, digno de la importancia de la ciudad, que ha perdurado a lo largo de más de un siglo y medio, en el solar del antiguo Convento de los trinitarios de la Rambla.
El primer edificio, inaugurado solemnemente el 4 de abril de 1847, fue construido según los planos del arquitecto Miquel Garriga i Roca, pronto ayudado por Josep Oriol Mestres. El proyecto se financió mediante acciones mercantiles —que comportaban la propiedad privada de buena parte de los palcos y las butacas del futuro teatro— que dieron lugar a la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, llamada «Sociedad de Propietarios», la cual, desde 1855, se convirtió en responsable única del Gran Teatre del Liceu al separarse jurídicamente del Conservatorio del Liceu.
La explotación del Teatro fue confiada desde un principio a empresas concesionarias de los espectáculos, que tenían la obligación de ofrecer un número determinado de representaciones, recibiendo, a cambio, los ingresos por la venta de las localidades no adscritas a la Sociedad.
Esta situación perduró hasta 1980.
La creación del Consorcio
El régimen económico que regía el Liceu se mostró inviable a partir del último cuarto del siglo XX. En 1980, el primer gobierno de la Generalitat de Catalunya, ante el peligro de desaparición de una institución del prestigio cultural internacional del Liceu, crea, junto con el Ayuntamiento de Barcelona y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, a las que se sumarían posteriormente la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura (1985 y 1986), el Consorcio del Gran Teatre del Liceu, que se hizo cargo de su gestión y explotación.
El incendio de 1994 y la construcción del edificio actual
El incendio del 31 de enero de 1994, que destruyó la sala y el escenario, causó un impacto emocional extraordinario en la sociedad catalana y replanteó de modo radical la propia existencia del Teatro. A fin de poder reconstruir, mejorar y ampliar este emblemático edificio, se hizo necesario un nuevo enfoque jurídico con miras a su titularidad pública: se creó la Fundación del Gran Teatre del Liceu (1994), y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu hizo la cesión de la propiedad al Consorci del Gran Teatre del Liceu, integrado exclusivamente por las administraciones públicas (cesión ratificada en 1997).
A partir del preexistente proyecto de Reforma y Ampliación de Ignasi de Solà-Morales (de 1986, al que se sumaron en 1988 Xavier Fabré y Lluís Dilmé), se realizó la reconstrucción, y el nuevo Liceu —con una apariencia fiel al anterior pero dotado de una infraestructura técnica muy avanzada y ampliado con los solares vecinos de la Rambla, calle Sant Pau y calle Unió — abrió sus puertas el 7 de octubre de 1999.