La Bohème
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La Bohème
Ópera en cuatro cuadros (1896)
Música de Giacomo Puccini
Libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica basado en Henri Murger
Duración: aprox. 2 h 25 min, con un intermedio
Idioma: italiano, con sobretítulos en alemán e inglés
Edad recomendada: a partir de 10 años
Según la demanda de sus obras, el pobre poeta Rodolfo y sus tres ingeniosos amigos artistas viven a veces en la miseria y a veces en la abundancia, malgastando el dinero. Cuando su vecina Mimì aparece un día en su buhardilla, Rodolfo se enamora a primera vista de la frágil joven. Pero ante la enfermedad de Mimì, los artistas se ven enfrentados a una dura realidad.
En una secuencia de escenas sueltas, Puccini y sus libretistas no solo narran una historia de amor con un desenlace trágico, sino que también retratan la subcultura bohemia del París del siglo XIX: su deseo de libertad social y artística, su autoimagen como provocadores de la burguesía y su vida cotidiana, que oscila entre el exceso y la supervivencia, un estilo de vida que el propio Puccini conoció durante sus años de estudiante. En esta ópera, creó una nueva forma de melodrama verista, con descripciones musicales detalladas de los estados de ánimo. Su partitura conmovedora y expresiva refleja tanto el mundo de los bohemios y su entorno como la vida interior de los personajes en los que se inspira. A través de imágenes poéticas, Lindy Hume presenta la obra como una mirada nostálgica a una juventud despreocupada y demasiado fugaz.
Argumento
La historia se ambienta en París en el período alrededor del año 1830, en el que un grupo de jóvenes artistas comparten una casa en el Barrio Latino, y con ello su amistad, ilusiones y amores.
Se centra esencialmente en el amor entre la modista llamada Mimí y el poeta Rodolfo. Se enamoran nada más conocerse, pero Rodolfo más tarde quiere dejar a Mimí por su comportamiento coqueto. Sin embargo, Mimí está mortalmente enferma y Rodolfo se siente culpable, pues su vida juntos ha empeorado su salud aún más. Se unen de nuevo por un breve momento antes de que ella muera.
Acto I
En la buhardilla de los cuatro bohemios
En la buhardilla de los bohemios. Marcello pinta mientras Rodolfo mira por la ventana. Como no tienen combustible y hace frío, utilizan los manuscritos del drama que está escribiendo Rodolfo para hacer fuego. Colline, el filósofo, entra en la pieza congelado y molesto por no haber podido empeñar unos libros. Schaunard, el músico, llega con comida, madera, vino y dinero; explica a sus compañeros la fuente de su súbita riquezas, un trabajo con un excéntrico caballero inglés. Nadie le presta atención porque caen sobre la comida, que es retirada rápidamente por Schaunard, y declarando que, en lugar de ello, todos celebrarán su buena suerte cenando en el Café Momus. Mientras beben, llega Benoît, el casero, en busca del pago de la renta. Los bohemios le engatusan ofreciéndole vino, y, en medio del efecto del alcohol, les narra sus aventuras amorosas, añadiendo que está también casado, ante lo cual todos reaccionan con una indignación pacata, fingida, y le echan de la habitación sin pagarle la renta. Deciden que lo mejor es utilizar ese dinero para irse de parranda por el Barrio Latino.
Los otros bohemios salen, pero Rodolfo se queda solo por un momento para terminar un artículo que está escribiendo, prometiendo reunirse con sus amigos pronto. En ese momento alguien llama a la puerta, y entra Mimí, una modista que vive en otra habitación del edificio. Ha venido a pedir que le ayuden a encender nuevamente su vela, que se le ha apagado. Sale, pero regresa en seguida porque ha olvidado su llave. En ese momento, ambas luces se apagan y en la oscuridad deben buscar la llave. Rodolfo, deseoso de pasar tiempo con Mimí, encuentra la llave y se la guarda en el bolsillo, fingiendo inocencia. Cuando sus manos tropiezan, ambos aprovechan la ocasión para contar la historia de sus vidas: él interpreta Che gelida manina / "Qué manita más fría" y ella, Sì, mi chiamano Mimi / "Sí, me llaman Mimí". Son interrumpidos por las voces de los amigos, impacientes, que han venido a buscar a Rodolfo, pero mientras él sugiere quedarse en casa con Mimí, ella decide acompañarlo. Mientras se van, cantan su amor recién encontrado (dúo: O soave fanciulla / "¡Oh, dulce muchacha").
Acto II
En el Barrio Latino de París
En las calles hay una gran multitud, junto con niños, que se divierte mientras los vendedores callejeros vociferan sus productos (coro: Aranci, datteri! Caldi i marroni! / "¡Naranjas, dátiles! ¡Castañas calientes!"). Aparecen los amigos, animados con alegría; Rodolfo le compra a Mimí un sombrero rosado. Los parisinos cotillean con sus amigos y regatean con los vendedores; los niños de las calles claman por ver las mercancías de Parpignol, el juguetero. Los amigos entran en el Café Momus.
Mientras los hombres y Mimí beben y comen en el café, aparece Musetta, ex de Marcello, acompañada de su rico (y envejecido) admirador, el ministro del gobierno, Alcindoro, a quien ella trata como si fuera un perrillo faldero. Queda claro que se ha cansado de él. Ella intenta de varias maneras llamar la atención de Marcello, y lo logra cantando una sensual aria dedicada fingidamente a su nuevo amante, que hace las delicias de los parisinos y avergüenza a su patrón (vals de Musetta: Quando m'en vò / "Cuando voy"). Pronto Marcello arde de celos. Para librarse un poco de Alcindoro, Musetta finge un dolor en un pie, por culpa del zapato que le aprieta demasiado, y hace que Alcindoro vaya a buscarle un nuevo par. Durante la confusión que sigue, Musetta aprovecha para reunirse con su amado Marcello y se reconcilian.
Cuando los bohemios deciden pagar la cuenta para marchar, encuentran que Schaunard no tiene suficiente dinero y, siguiendo una sugerencia de Musetta, deciden cargar la cuenta a Alcindoro. Soldados desfilan en la calle, y aprovechando la confusión, Marcello y Colline llevan a Mussetta en brazos y huyen, bajo la risa cómplice de los espectadores. Cuando se han ido todos, Alcindoro llega con el par de zapatos buscando a Musetta. El camarero le entrega la cuenta y, horrorizado por el importe, Alcindoro se hunde en una silla.
Acto III
En la aduana de Enfer
Los vendedores ambulantes pasan la barrera y entran en la ciudad. Entre ellos está Mimí, tosiendo violentamente. Intenta encontrar a Marcello, quien vive en una pequeña taberna cercana donde él pinta anuncios para el tabernero. Ella le cuenta lo difícil que se ha vuelto la vida con Rodolfo, que ha abandonado la casa la noche anterior (aria: O buon Marcello, aiuto! / "¡Oh, buen Marcello, ayuda!"). Marcello le cuenta que Rodolfo está durmiendo en la taberna donde él vive también. Rodolfo, que acaba de despertar y busca a Marcello, entra en escena. Mimí rápidamente se oculta y oye a Rodolfo decirle primero a Marcello que ha abandonado a Mimí debido a que es demasiado coqueta con otros hombres, pero luego confiesa que él tiene miedo de que ella esté consumiéndose lentamente por una enfermedad mortal (muy probablemente tuberculosis, conocida por la palabra comodín "consunción" en el siglo XIX). Rodolfo, en su pobreza, poco puede hacer por ayudar a Mimí y decidió fingir no amarla más para que ésta se olvide de él y se vaya a vivir con otro hombre que pueda proporcionarle un modo de vida más confortable (¡Mimí e tanto malata! / "¡Mimí está tan enferma!"). Marcello, preocupado por Mimí intenta hacerle callar, pero ella ya lo ha escuchado todo y se descubre a sí misma cuando tose violentamente. Marcello les deja para volver con Musetta. Rodolfo y Mimí cantan a su amor perdido. Planean separarse amistosamente (Mimí: Donde lieta usci / "Donde feliz salí"), pero su amor mutuo es demasiado fuerte. Llegan a un compromiso: deciden permanecer juntos hasta que llegue la estación de las flores, la primavera, cuando el mundo revive de nuevo y nadie se siente verdaderamente solo. Mientras tanto, Marcello se ha unido con Musetta, y en la distancia se escucha su feroz discusión: un contrapunto opuesto a la reconciliación de la otra pareja (cuarteto de Mimí, Rodolfo, Musetta, Marcello: Addio dolce svegliare alla mattina! / "Adiós, dulces despertares por la mañana!").
Acto IV
Nuevamente en la buhardilla
Marcello y Rodolfo parecen trabajar, aunque están principalmente lamentándose por la pérdida de sus respectivas amadas (dúo: ¡O Mimì!, ¡Tu più non torni! / "¡Oh Mimí, no regresarás!"). Schaunard y Colline entran con una cena muy frugal, que consiste en algo de pan y un arenque, y los cuatro parodian un delicioso banquete, cantando y bailando (Gavota!). Musetta entra alarmada con noticias: Mimí, que aceptó a un vizconde después de dejar a Rodolfo en la primavera, ha dejado a su protector. Musetta la ha encontrado vagando por las calles, muy debilitada por su enfermedad, y se la ha traído consigo a la buhardilla. Todos ayudan a la chica, demacrada y pálida, a sentarse en una silla. Preocupados, Musetta y Marcello salen de la habitación para vender las joyas de ella y así comprar algunas medicinas, y Colline sale para empeñar su abrigo (Vecchia zimarra, senti / "Viejo abrigo, escucha"). Schaunard, instado por Colline, se marcha calladamente para dejar a Mimì y Rodolfo tiempo juntos. Solos, Rodolfo y Mimí, recuerdan sus tiempos felices (dúo de Mimí y Rodolfo: Sono andati? / "¿Se han ido?"). Recuerdan su primer encuentro —las velas, la llave perdida— y, para placer de Mimí, Rodolfo le entrega el sombrerito rosado que él le compró a ella y que ha conservado como un recuerdo de su amor. Regresan todos, con un manguito como regalo para calentar las manos de Mimí y alguna medicina. Le dicen a Rodolfo que han llamado al médico. Se postran a los pies de la cama, Musetta reza una plegaria, y Mimí, inadvertidamente, queda inconsciente. Mientras Musetta reza, Mimí muere. Schaunard descubre a Mimí sin vida. Rodolfo cae en cuenta y grita ¡Mimí...! ¡Mimí...! angustiado, y llora sin poder contenerse.
Programa y reparto
Dirección musical: Clelia Cafiero
Dirección escénica: Lindy Hume
Escenografía: Dan Potra
Vestuario: Carl Friedrich Oberle
Iluminación: Franz Peter David
Director del coro: Dani Juris
Mimì: Aleksandra Kurzak
Musetta: Maria Kokareva
Rodolfo: Saimir Pirgu
Marcello: Gyula Orendt
Schaunard: Jaka Mihelač
Colline: Jongmin Park
Parpignol: Álvaro Diana
Benoit, Alcindoro: Olaf Bär
Coro de la Ópera Estatal, Coro Infantil de la Ópera Estatal, Staatskapelle Berlin
Ópera estatal Unter den Linden
Staatsoper Unter den Linden es una de las casas de ópera más prestigiosas de Berlín, con una rica historia y un impacto cultural significativo.
Historia:
La Staatsoper Unter den Linden fue construida originalmente entre 1741 y 1743, bajo la dirección del arquitecto Georg Wenzeslaus von Knobelsdorff. Fue encargada por Federico II de Prusia y se llamaba inicialmente Königliche Oper (Ópera Real). La casa de ópera ha pasado por varias renovaciones y reconstrucciones, especialmente después de los daños de la Segunda Guerra Mundial. Se reabrió en 1984, después de una importante renovación.
Construcción:
El diseño original se caracterizaba por su estilo barroco, con una elegante fachada y una gran entrada. El edificio fue reconstruido en las décadas de 1950 y 1980, manteniendo su exterior clásico mientras que el interior se modernizó. La fachada presenta un pórtico clásico con seis columnas corintias y un prominente frontón central.
Interior:
El interior es conocido por su diseño opulento y clásico. El auditorio es famoso por su acústica y grandeza, con asientos de terciopelo lujosos y decoraciones elaboradas. El escenario y las áreas de asientos se han actualizado para cumplir con los estándares modernos, mientras se preserva la estética histórica.
Conciertos y Espectáculos:
La Staatsoper Unter den Linden acoge una variedad de actuaciones, incluyendo óperas, conciertos orquestales y ballet. Es el hogar de la Staatskapelle Berlin, una de las principales orquestas de Alemania. La casa de ópera es célebre por sus producciones de alta calidad y su papel en la vibrante escena cultural de Berlín.
RECORRIDO
La Staatsoper Unter den Linden es completamente accesible sin barreras gracias a sus excelentes conexiones de transporte público.
DIRECCIÓN: Unter den Linden 7; 10117 Berlín
S-BAHN
S+U Friedrichstraße (S1, S2, S5, S7, S25, S75)
METRO
Hausvogteiplatz (U2)
Museumsinsel (U5)
Stadtmitte (U2, U6)
Unter den Linden (U5, U6)
AUTOBÚS
Staatsoper (100, 245, 300)
Unter den Linden/Friedrichstraße (100, 147, 245, 300, N6)
ESTACIONAMIENTO
Q-PARK aparcamiento Unter den Linden/Staatsoper
Bebelplatz, 10117 Berlín
En el aparcamiento subterráneo hay cinco estaciones de carga para vehículos eléctricos. Más información está disponible aquí.
El aparcamiento subterráneo en Bebelplatz ofrece espacios para personas con discapacidad y acceso directo a la ópera. Al entrar en el aparcamiento entre las 17:30 y las 23:30, la tarifa máxima de estacionamiento es de 7 €. Para usar esta tarifa, inserte su ticket de estacionamiento en una de las máquinas de pago y el mensaje «Tarifa de teatro» aparecerá en la pantalla. Tenga en cuenta que no es posible utilizar la tarifa si entra al aparcamiento antes de las 17:30, por lo que no se mostrará en la pantalla. CONSEJO: Si paga la tarifa de teatro en la máquina antes del evento, podrá evitar esperas innecesarias después del espectáculo.