Nadine Sierra y Pretty Yende - Concierto

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Dues sopranos imprescindibles en el panorama de la lírica planetària

L’oportunitat de gaudir de dues de les veus més belles del món

 

L’escenari del Gran Teatre del Liceu acollirà el retorn de dues protagonistes de l’escena internacional: Pretty Yende i Nadine Sierra. Dues sopranos imprescindibles en el panorama de la lírica planetària.  

Pretty Yende, que ja es va presentar al Liceu a I Puritani i també a La Traviata immediatament després de la pandèmia, torna a Barcelona després de la seva actuació a la cerimònia de coronació del rei Carles III d’Anglaterra. D’altra banda, Nadine Sierra ha recollit importants èxits en les representacions al Liceu amb títols com ara Lucia di Lammermoor o bé Manon. Serà Pablo Mielgo qui pujarà al podi per dirigir l’Orquestra del Gran Teatre del Liceu.

Després de l’obertura de Le nozze di Figaro de Mozart podrem escoltar una seqüència d’intervencions dedicades a l’òpera italiana en un arc que va des del belcanto de Rossini, Donizetti i Bellini fins al Romanticisme de Verdi. Un viatge que continuarà oferint algunes gemmes de Nicolai, Delibes, Lehar o Offenbach, per finalment cloure el concert amb napolitanes, la taranella rossiniana i la icònica “I Feel Pretty” del West Side Story de Leonard Bernstein. 



La carrera de Pretty Yende, soprano sud-africana, comença amb una sèrie de prestigiosos premis. És la primera artista en la història del Concurs Belvedere de Viena en guanyar, el 2010, el més alt reconeixement en les dues categories d’Òpera i Operetta. Els seus estudis, iniciats al South African College of Music, van acabar a l’Acadèmia del Teatro alla Scala el 2011. Des del seu debut professional a Riga en el paper de Micaëla en Carmen, trepitja els escenaris de més prestigi internacional. 



La soprano Nadine Sierra, nascuda a Florida, va completar els seus estudis al Mannes School of Music de Nova York, continuant amb el programa de Fellowship Adler a l’Òpera de San Francisco. Nombrosos reconeixements van projectar la seva carrera internacional. El 2017, va guanyar el Premi Richard Tucker i el 2018 va rebre el Premi Artista Beverly Sills a la Metropolitan Opera.  

Aquest recital que, per ara únicament s’ha pogut viure a la Philharmonie de París i al Teatro San Carlo de Nàpols, serà l’oportunitat de gaudir de dues de les veus més belles del món.  

Programa y reparto

Duración aproximada: 1h 40min

Soprano: Nadine Sierra  

Soprano: Pretty Yende

ORQUESTRA SIMFÒNICA DEL GRAN TEATRE DEL LICEU 

Director: PABLO MIELGO

 

Gran Teatre del Liceu

El Gran Teatre del Liceu, creado en 1847 en la Rambla de Barcelona, es un teatro de ópera que a lo largo de los años ha mantenido su función de centro cultural y artístico. Es uno de los símbolos de la ciudad.

Actualmente es un teatro de titularidad pública (Generalitat de Catalunya, Ayuntamiento de Barcelona, Diputación de Barcelona y Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) administrado por la Fundación del Gran Teatre del Liceu, que incorpora, además de las citadas instituciones, el Consejo de Mecenazgo y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu.

Los orígenes. Del 1837 al 1847

El Liceu tiene su origen en la Sociedad Dramática de Aficionados, creada en 1837 en el antiguo Convento de Montsió por unos miembros de la Milicia Nacional, organización de ciudadanos armados de la época de signo liberal, bajo la iniciativa de Manuel Gibert.
La necesidad de crear un conservatorio de música en una Barcelona en plena expansión económica y demográfica pronto propició (1838) su conversión en el Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés de S. M. la Reina Isabel II, que añadía al cultivo del teatro el del canto y la música a la italiana.
 

El edificio de la Rambla

El éxito del Liceo Filarmónico, junto con la voluntad de un grupo de destacados miembros de la burguesía barcelonesa dirigido por Joaquim de Gispert i d’Anglí, llevaron a la construcción de un nuevo y ambicioso teatro, digno de la importancia de la ciudad, que ha perdurado a lo largo de más de un siglo y medio, en el solar del antiguo Convento de los trinitarios de la Rambla.
El primer edificio, inaugurado solemnemente el 4 de abril de 1847, fue construido según los planos del arquitecto Miquel Garriga i Roca, pronto ayudado por Josep Oriol Mestres. El proyecto se financió mediante acciones mercantiles —que comportaban la propiedad privada de buena parte de los palcos y las butacas del futuro teatro— que dieron lugar a la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, llamada «Sociedad de Propietarios», la cual, desde 1855, se convirtió en responsable única del Gran Teatre del Liceu al separarse jurídicamente del Conservatorio del Liceu.
La explotación del Teatro fue confiada desde un principio a empresas concesionarias de los espectáculos, que tenían la obligación de ofrecer un número determinado de representaciones, recibiendo, a cambio, los ingresos por la venta de las localidades no adscritas a la Sociedad.
Esta situación perduró hasta 1980.
 

La creación del Consorcio

El régimen económico que regía el Liceu se mostró inviable a partir del último cuarto del siglo XX. En 1980, el primer gobierno de la Generalitat de Catalunya, ante el peligro de desaparición de una institución del prestigio cultural internacional del Liceu, crea, junto con el Ayuntamiento de Barcelona y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu, a las que se sumarían posteriormente la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura (1985 y 1986), el Consorcio del Gran Teatre del Liceu, que se hizo cargo de su gestión y explotación.
 

El incendio de 1994 y la construcción del edificio actual

El incendio del 31 de enero de 1994, que destruyó la sala y el escenario, causó un impacto emocional extraordinario en la sociedad catalana y replanteó de modo radical la propia existencia del Teatro. A fin de poder reconstruir, mejorar y ampliar este emblemático edificio, se hizo necesario un nuevo enfoque jurídico con miras a su titularidad pública: se creó la Fundación del Gran Teatre del Liceu (1994), y la Sociedad del Gran Teatre del Liceu hizo la cesión de la propiedad al Consorci del Gran Teatre del Liceu, integrado exclusivamente por las administraciones públicas  (cesión ratificada en 1997).
A partir del preexistente proyecto de Reforma y Ampliación de Ignasi de Solà-Morales (de 1986, al que se sumaron en 1988 Xavier Fabré y Lluís Dilmé), se realizó la reconstrucción, y el nuevo Liceu —con una apariencia fiel al anterior pero dotado de una infraestructura técnica muy avanzada y ampliado con los solares vecinos de la Rambla, calle Sant Pau y calle Unió — abrió sus puertas el 7 de octubre de 1999.

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