Orfeo en los Infiernos

Comprar boletos
PreviousAgosto 2025
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Do

 

Opereta de Jacques Offenbach

Cuando el famoso can-can se baila en el infierno, cuando el dios padre Júpiter se disfraza de mosca para seducir a su amada Eurídice, quien a su vez está aburrida de su esposo y es secuestrada por Plutón, el mismo diablo, cuando los dioses griegos en el cielo se convierten en rebeldes – y todo esto ante los ojos de la opinión pública, entonces, querido público, están en el universo de Orfeo en los Infiernos.

Esta obra maestra con la incomparable música de Jacques Offenbach se considera la opereta definitiva y es ciertamente una de las más divertidas y frívolas jamás escritas.

El director artístico Thomas Enzinger dirigirá este brillante y divertido corazón de la opereta y lo llevará a escena por primera vez en Bad Ischl.

 

Argumento

Acto I

Escena 1: Cerca de Tebas (Antigua Grecia)

Una introducción hablada con acompañamiento orquestal (introducción y melodrama) abre la obra. La Opinión Pública explica quién es ella: la guardiana de la moral («Qui suis-je? du Théâtre Antique»).34​ Ella dice que, a diferencia del coro en las obras de teatro de la Antigua Grecia, ella no sólo comenta sobre la acción, sino que interviene en ella, para asegurarse de que la historia mantenga un alto tono moral. Sus esfuerzos se ven obstaculizados por los hechos del asunto: Orfeo no es el hijo de Apolo, como en el mito clásico, sino un rústico profesor de música, cuya aversión por su esposa, Eurídice, es cordialmente correspondida. Está enamorada del pastor Aristeo, que vive al lado («La femme dont le coeur rêve/La mujer cuyo corazón sueña»)35​ y Orfeo está enamorado de Chloë, una pastora. Cuando Orfeo confunde a Eurídice con ella, todo sale a la luz y ésta insiste en que abandonen el matrimonio. Orfeo, temiendo la reacción de la Opinión Pública, atormenta a su esposa para que mantenga el escándalo en silencio usando música de violín, que ella odia («Ah, c'est ainsi»).36​

Aristeo entra. Aunque aparentemente es un pastor, en realidad es Plutón, dios del Inframundo. Mantiene su disfraz cantando una canción pastoral sobre ovejas («Moi, je suis Aristée»).37​ Eurídice ha descubierto lo que ella cree que es un complot de Orfeo para matar a Aristeo, dejando serpientes sueltas en los campos, pero en realidad es una conspiración entre Orfeo y Plutón para matarla, de modo que Pluton pueda tenerla y Orfeo se deshaga de ella.l​ Cuando ella muere, Plutón se transforma en su verdadera forma (escena de transformación).39​ Eurídice encuentra que la muerte no es tan mala cuando el Dios de la Muerte está enamorado de una («La mort m'apparaît souriante/La muerte me parece sonriente»).40​ Descienden al Inframundo tan pronto como Eurídice ha dejado una nota diciéndole a su esposo que ha sido inevitablemente detenida.41​

Todo parece irle bien a Orfeo hasta que la Opinión Pública se entera del asunto y amenaza con arruinar su carrera como maestro de violín a menos que vaya a rescatar a su esposa. Orfeo, a regañadientes, se muestra de acuerdo.

Escena 2: El Olimpo

La escena se cambia al Olimpo, donde los dioses se duermen de aburrimiento («Dormons, dormons/Durmiendo, durmiendo»). Cupido y Venus entran separados de sus escapadas nocturnas amorosas y se unen a sus colegas durmientes,m​ pero pronto todos son despertados por el sonido del cuerno de Diana, supuestamente casta cazadora y diosa.44​ Lamenta la repentina ausencia de Acteón, su actual amor («Quand Diane descend dans la plaine»);45​ para su indignación, Júpiter le dice que ha convertido a Acteón en un ciervo para proteger su reputación. Mercurio llega e informa que ha visitado el Inframundo, al que Plutón acaba de regresar con una mujer hermosa.47​ y Júpiter lo regaña por su escandalosa vida privada.48​ Para alivio de Plutón, los otros dioses eligen este momento para rebelarse contra el reinado de Júpiter, su aburrida dieta de ambrosía y néctar, y el puro tedio del Olimpo («Aux armes, dieux et demi-dieux!/¡A las armas, dioses y semidioses!»).​ Júpiter exige saber qué pasa, y ellos se ríen de su hipocresía, burlándose de todos sus affairs mitológicos («Pour séduire Alcmène la fière»).

La llegada de Orfeo, con la Opinión Pública a su lado, obliga a los dioses a comportarse bien («Il approche! Il s'avance»).​ Orfeo obedece a la Opinión Pública y finge suspirar por Eurídice: ilustra su supuesto dolor con un fragmento de «Che farò senza Euridice» del Orfeo y Eurídice de Gluck, que conmueve a todos los presentes. Plutón está preocupado de que se verá obligado a devolver a Eurídice y Júpiter anuncia que va a ir al Inframundo para aclarar las cosas. Los otros dioses le ruegan ir con él, él consiente y se produce una celebración masiva ante esta fiesta («Gloire! gloire à Jupiter... Partons, partons/¡Gloria! Gloria a Júpiter... Vamos, vamos»).

 

Acto II

Escena 1: los aposentos de Plutón en el Inframundo

Plutón mantiene encerrada a Eurídice y la vida le resulta muy tediosa. Su carcelero es un borracho tonto llamado John Styx. Antes de morir, era rey de Beocia (una región de Grecia que Aristófanes convirtió en sinónimo de pueblerinos) y canta a Eurídice un lamento lastimero por su reinado perdido («Quand j'étais roi de Béotie»).

Júpiter descubre el lugar donde Plutón escondió a Eurídice y se cuela por el ojo de la cerradura al convertirse en una bella y dorada mosca. Encuentra a Eurídice al otro lado y canta un dúo de amor con ella donde su papel está formado enteramente de zumbido («Bel insecte à l'aile dorée/Hermoso insecto con alas de oro»). Después, él se descubre y le promete ayuda, en gran medida porque Júpiter la quiere para él mismo. Plutón se queda riñendo furiosamente a John Styx.

Escena 2: las orillas del Estigia

La escena cambia a una gran fiesta que los dioses celebran en el infierno y donde no se puede encontrar ambrosía, néctar ni comportamiento apropiado («Vive le vin! Vive Pluton!/¡Viva el vino! ¡Viva Plutón!»).​ Eurídice está disfrazada de bacante («J'ai vu le dieu Bacchus/Vi el dios Baco»),58​ pero el plan de Júpiter de llevársela se ve interrumpido por la llamada a la danza. Júpiter insiste en un minueto, que todos los demás encuentran aburrido («La la la. Le menuet n'est vraiment si charmant»). Las cosas se animan cuando llega la pieza más conocida de la opereta, el famoso «Galop infernal», al que todos se abandonan salvajemente(«Ce bal est original/Este baile es original»).

Una siniestra música de violín anuncia la llegada de Orfeo y la Opinión Pública,​ pero Júpiter tiene un plan y promete mantener a Eurídice lejos de su marido. Al igual que con el mito original, Orfeo no debe mirar atrás, o perderá a Eurídice para siempre («Ne regarde pas en arrière!/¡No mires atrás!»). La Opinión Pública lo vigila atentamente, para evitar que haga trampa, pero Júpiter lanza un rayo que sobresalta a Orfeo y hace que mire atrás, y Eurídice desaparece.62​ En medio de la agitación subsiguiente, Júpiter proclama que de ahora en adelante pertenecerá al dios Baco y se convertirá en una de sus sacerdotisas. La Opinión Pública no está contenta, pero Plutón se ha hartado de Eurídice, Orfeo está libre de ella y todo termina felizmente, con una repetición del cancán.

Programa y reparto